Impulsado por el Ayuntamiento, el proyecto pretende que los
niños tomen contacto con la realidad que los rodea, en este caso conociendo más
a fondo profesiones como el pastoreo o la conversión de la materia prima en
alimento
Tomar contacto con la realidad y el entorno en el que viven
los niños, más allá del aprendizaje académico es el objetivo del Proyecto
Queser en el que participan hoy escolares de los colegios Blas Infante de
Casares y Los Almendros de Secadero.
Una jornada en la que los pequeños van a aprender el proceso
de transformación de la materia prima, convirtiendo la leche en queso con los métodos
tradicionales.
El proyecto que se lleva a cabo con el patrocinio de la
Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Casares consta de tres módulos que
se imparten en tres jornadas.
La primera,
sobre pastoreo, se realizó en febrero.
Un día de convivencia en el paraje natural de Sierra Crestellina, acompañando al rebaño de cabras con los
pastores y sus perros, para conocer la labor que realizan.
Tras la jornada de hoy, los alumnos disfrutarán en mayo de
un tercer módulo, en el que trabajaran un huerto para aprender cómo el hombre saca provecho de la tierra
tanto para su alimentación como para la de sus animales, qué tipo de animales
necesitaba y qué artes utilizaba para la recolección y cosecha.
Conocer más a fondo y poner en valor la zona en la que viven
es la intención que persigue la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de
Casares con este tipo de proyectos educativos que se llevan a cabo en colaboración con los
colegios Blas Infante y Los Almendros para completar la formación académica,
explica Rocío Ruiz.
Además del proyecto Queser, los escolares van a volver a
disfrutar durante este curso de un programa de espeleología, también impulsado
por el Ayuntamiento, que pretende darles a conocer el paraje de Sierra de la
Utrera y el enorme valor de sus yacimientos arqueológicos existentes.
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